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Hay bandas que surgen de la nada y ya están grabando y otras que se lo toman con calma, bien porque esto no da de comer a nadie y hay que compaginarlo con vida privada, bien porque las cosas hay que prepararlas concienzudamente o simplemente por falta de suerte, el caso es que bandas como los catalanes ERED no son raras de ver. Encima, por lo que tengo entendido, y sin entrar mucho en detalles, en este caso el retraso discográfico es más por causas ajenas al propio grupo, lo cual agrava más la situación. En cualquier caso, en más de tres lustros de existencia, su bagaje discográfico se limita a dos discos completos, un EP y un compartido, eso sí, también a un buen puñado de demos que son prueba de que ERED es un grupo muy rodado. Con “Goatworshipping Metal” el grupo da continuidad a un nuevo capítulo en su historia, el segundo en forma de larga duración, y probablemente la culminación de todos sus esfuerzos, tanto en sonido, como en trabajo compositivo. La originalidad es nula, todo hay que decirlo, pero el resultado de este disco es más que notable y muy recomendado para amantes del Black / Death escandinavo más accesible y también más malvado.
La retahíla de nombres seguro que muchos la adivinan: empezando por la referencia más clara (en algunos momentos casi “coincidencia” en lo que a inspiración se refiere), DISSECTION es el nombre a tener en cuenta. A ello hay que añadir el toque más malvado y afilado de DARK FUNERAL y MARDUK, con algo de la atmósfera de la segunda etapa de SATYRICON y la cara más Death de NECROPHOBIC y ya tenemos la mezcla. Por supuesto, todo esto trae detrás otros grupos como NAGLFAR, HELLSAW, THE LEGION, WATAIN o ENDSTILLE... en definitiva, Black-Death de libro, un estilo que por aquí en España tiene representantes notables como FROZEN o SPELLCRAFT, por poner dos ejemplos rápidos, y al que ERED se une con maestría y perfeccionismo. Dos elementos que se ponen de manifiesto desde que suena “Through The Black Gates” o la claramente orientada hacia el segundo disco de DISSECTION, “Diabolical Raids”. La melodía y los riffs afilados ganan sobremanera gracias a una producción que haría sonrojar a muchos de fuera.
Y es que si hay algo por lo que destaca “Goatworshipping Metal” es por el detallismo. No queda otra, cuando decides hacer un estilo en el que ya está casi todo dicho, hay que dedicarse a aportar pequeños elementos que te hagan brillar, y ERED lo hace por partida doble: por un lado el citado sonido, conseguido a medio camino entre los estudio Alamo y los suecos Necromorbus Studio, donde deben de estar muy acostumbrados a conseguir este tipo de producciones. Por otro lado, ERED triunfa gracias a una composición compacta y sin resquicios. Todos los temas están muy bien construidos, no se hacen largos, no hay relleno, juegan con los tempos muy bien y con las melodías también, de manera que los momentos más rítmicos cercanos al Death (“Burn The Book Of Lies” y “Winds Of Damnation”, ambas con estructuras muy pegadizas, que sin dejar a un lado su cara despiadada, consiguen quedarse grabados, pudiendo incluir también la más compleja estructuralmente “Goatworshippping Metal”), algunos casi rockerizados (“Call Of The Shadows”), se mezclan con el afilador helado de las guitarras más Black (destacando al respecto el malévolo final de “Dynasty Of Adversary”, justo antes de la outro decadente), y dan como resultado un trabajo que se hace corto.
Por todo lo dicho, ERED logra erigirse como una buena alternativa a las bandas Black-Death allende nuestras fronteras. Medios, profesionalidad y rodaje a sus espaldas, proporcionan a “Goatworshipping Metal” un colchón adecuado y el resultado debe ser tenido muy en cuenta.
CALIFICACIÓN: 8
Raúl Ureña
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